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domingo, 27 de enero de 2013

Si me dejas ahora...

Cuando estamos de bajón, a todos nos da por pensar pendejadas bobadas, o por lo menos a mí...
El caso es que ayer estuve viendo vídeos en youtube que me hicieron pensar en lo mala madre que he sido. No tiene excusa el haber dejado a mi hijo con su padre cuando sólo tenía 13 años, simplemente porque me enamoré de otro hombre y él no quiso embarcarse conmigo en esa aventura, (hizo como un santo, suerte que él si tiene la cabeza muy bien amoblada) no señor, no tengo excusa. Así me diga mil veces que estoy pendiente de él cada día, que hablamos por teléfono casi a diario, no es lo mismo. Lo que hay ahora es que él vive allá y yo aquí...

Una de las canciones que escuché y lloré como una Magdalena fue esta:

Y con esta, fue el no va más, todavía estoy de ojo encharcado...

miércoles, 23 de enero de 2013

Dueña de NADA...

Hace un año cuando mi amiga M regresó a Colombia, (porque su situación aquí se volvió insostenible) me dejó algunas de sus cosas y yo también le regalé algunas mías, no sé, lo sentimos en ese momento como una forma de demostrarnos el aprecio mutuo y que así cada una tuviéramos un recuerdo palpable de nuestra amistad.

Una de las cosas que me dejó fue su viejo portátil que según los que saben, es casi de la época de las cavernas, pero a mí me hizo mucha ilusión pues así no tendría que esperar a que mi adosado dejara libre el ordenador para sentarme a escribir mis bobadas, o podría navegar tranquilamente por Internet; de hecho pensé en un primer momento que sería la manera de tener intimidad en este aspecto.

¡Craso error!
En el mismo momento en que lo traje a casa mi adosado lo cogió dizque para actualizarle los programas e instalarle el antivirus correspondiente, así que de entrada pensé: "Adiós a mi privacidad o intimidad". Me jura y perjura que no le instaló ningún programa espía, pero... En fin, la confianza es como un cristal, que cuando se rompe, no hay manera de que quede igual a como estaba.

Así que si bien empecé a usarlo, nunca me he sentido cómoda usándolo, y si a eso agregamos el hecho de que no tengo un sitio adecuado para sentarme a escribir, pues es como juntar el hambre y la necesidad.

El caso es que durante un tiempo me las apañé y tanto mis prácticas de photoshop, la gestión de mi cuenta de facebook y hasta escribir en este blog lo seguí haciendo en el portátil. Eso siempre y cuando mi adosado no estuviera en casa o trabajando en su ordenador, porque si se sentaba conmigo en el estudio a ver TV hasta ahí me llegaba la dicha pues él se apodera del portátil para ir haciendo sus cosas mientras tanto.
Además, hace unos días tuvo la genial idea de desintalar el XP que tenía para ponerle el Windows Vista, ahí quedé hecha, pues ahora ninguno de mis programas me funciona, ni siquiera tiene word, el caso es que se me volvió un lío y mejor lo dejé de lado.

Hoy la idea era escribir un post desde el código html para practicar lo que me han enseñado en mi curso de páginas web, pero ni los símbolos de las teclas me funcionan como antes, así que al no tener como escribir los signos mayor y menor que son indispensables para la apertura y cierre de etiquetas, pues nada, a la mierda con el post y con todo!!!

Es en estos momentos en que extraño tanto mi vida anterior... Cuando era dueña de mi tiempo, de mis cosas, era autónoma, en dos palabras: ¡ERA YO!

PS: Ya no justifico el texto porque según el profesor es más cómodo leer textos que no están justificados.
También cambiaré el fondo del blog a blanco, que según dicen queda mejor.

lunes, 14 de enero de 2013

Liada...

Ya se me olvidó la palabra colombiana para definir ese estado, es curioso como el paso del tiempo es como el agua, va haciendo modificaciones lentamente, casi sin que nos demos cuenta cuando menos pensamos el cambio está ahí. Ahora uso tantos vocablos de aquí que de no ser por mi acento paisa tan marcado, pasaría por nativa de este país. Así que parafraseando la canción de Buika: "Estoy jodida pero contenta".

Liada o jodida porque de un día para otro las horas de mi día se llenaron con un sinfín de actividades que desearía tener unas cuantas más, así sólo las empleara para dormir. Pero mis 24 horas no puedo estirarlas, por eso tengo que apañarme (otra palabra que no usaba) con lo que hay.

Los cambios también se ven en mi manera de comportarme. Antes era impulsiva, dedicaba mucho tiempo a navegar por Internet, fogosa en todos los sentidos, en una palabra -distinta-
Ahora creo que estoy en la era del importaculismo y a nada ni nadie le doy la importancia que se merecen, todo me resbala y siento como si mi vida se fuera lentamente por un desagüe y yo no hago nada para contenerla.

Ya no lloro mucho, y cuando me da por ahí, lo hago a escondidas...

Lloré escondida en el baño cuando mi adosado me dijo que su plan es volver a establecernos en mi país el año entrante, por consiguiente no habrá dinero (otra palabra, antes utilizaba plata) para que mi gordo venga a visitarnos, así que a la mierda toda la ilusión que nos habíamos hecho al respecto los dos. Cuando le conté todo lindo se limitó a decirme: "Tranquila madre, lo bacano es que ya nos queda menos para vernos".

También me escondí para llorar en la galería (otra palabra nueva para mí) cuando mi prima me explicó la situación de L. Me la imaginé sola y asustada, no sé porqué asustada, pues se supone que cuando se te instala definitivamente el primo alemán en casa se te olvida todo, así que seguramente el miedo también se olvida. Ya no puede rezar porque olvidó hasta el Ave María, tampoco pudo preparar su natilla y sus buñuelos en la época navideña porque olvidó las recetas, también a veces es un peligro hasta para sus vecinos, pues se levanta a media noche a encender fuegos que luego olvida apagar; suerte que mis primas viven al lado y están pendientes. Lo único que no me preocupa de su situación es el hecho de que salga a diario a su misa, o haga ella misma sus recados, pues como la conoce don Raimundo y todo el mundo en el barrio, no creo que se pierda.

También me escondo en el baño cuando una película me hace llorar y antes de salir me lavo la cara, así lo puedo disimular...

Y si todo ésto falla y mi adosado se da cuenta, siempre me queda el recurso de decirle que lloro porque me siento muy feliz. No creo que se lo trague, pero tampoco puede hacer mucho para remediarlo, ahora soy como soy por él, soy su obra, así que creo que no tiene mucho derecho a hacerme ningún reproche.

Aunque no tenga nada que ver con el post, dejo aquí esta canción "DREAM A LITTLE DREAM OF ME" de Doris Day. ¡¡¡Me encanta!!!

"Las estrellas se apagan pero yo permanezco aquí, cariño..."