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viernes, 29 de marzo de 2013

Vigente

Esta entrada la escribí hace tiempo en otro blog que tenía, al releerla me di cuenta que continúa vigente... (suprimí unas líneas que no casan con este blog)
 
"La filología etimológicamente significa “amor o interés por las palabras”, pero lo que yo siento por las tuyas, es genuina FASCINACIÓN.

Cada vez que te leo quedo hipnotizada y un escalofrío me eriza la piel. Como un Aristófanes inepto trato inútilmente de descifrar tus textos y encontrarles una explicación coherente desde todos los puntos de vista que considero posibles, pero hasta ahora me siento jugando a la gallina ciega.

Unas veces tus palabras desbordan deseo y pasión, otras ternura, algunas me dejan perpleja y tengo que leerlas varias veces para poder comprenderlas, pero ninguna sin excepción me deja indiferente... Es lo que más me gusta de ti, van pasando los días y cada vez te descubres a mis ojos, te devoro con avidez y siempre quiero más, me dejas antojada.

Me gusta tu sinceridad que invita a abrirse como un libro, a dejarse ver la propia esencia y mostrarse tal cual se es; pero también me gusta como poco a poco te vas soltando, como has dejado ver esa faceta tuya que no intuí desde el principio, esa que ahora me tiene enganchada a ti."

martes, 26 de marzo de 2013

Peaje oneroso

Pensaba escribir sobre otro tema, algo que me estuvo mortificando la semana pasada, pero como por suerte para mí todo me pasa tan rápidamente, ahora no tiene caso y simplemente al volver a pensar en eso rescato la frase de Borges: "A la vida le gustan las simetrías y los leves anacronismos".

Así que me aplico lo que tanto predico: "A un bagazo, poco caso" y sonrío al comprobar que estoy madurando...

Cambiando bruscamente te tema, ayer estuve mirando unas fotos para pasar a mi móvil y me encontré algunas mías en las que rebozaba juventud y belleza. Recordé como era y me comportaba por aquella época...
Volví a comprobar que estoy madurando en todos los sentidos. (léase la sejuela está a flor de piel)

Hoy por hoy parezco otra, me he reposado de tal manera que mi adosado puede estar 100% tranquilo en cuanto a cuernos se refiere, pues no estoy dispuesta a atentar contra el esteticismo jamás!!!
Uno de los peajes más onerosos de tener aventuras sexuales imprevistas pasados los cuarenta, es lo mucho que se resiente la estética. Porque el sexo a los cuarenta y ¡no digamos a los cincuenta! es un desafío al buen gusto de cualquiera, un atentado terrorista al esteticismo.
Por eso el sexo con desconocidos pasado el medio siglo es una temeridad, porque sin cariño de por medio se hace aún más visible la decadencia física propia y no digamos la del contrario.

Y aunque en el supuesto caso de que una infidelidad a mi adosado fuera muy beneficiosa para los dos, no creo que eso me compensara la vergüenza de que otro con el que no tuviera confianza, ni existiera amor de por medio, me viera desnuda.
¿Por qué digo que la infidelidad sería beneficiosa para ambos?
Porque la infidelidad tiene como pareja indisoluble a la culpa, y esta última posee la virtud de volver a los infieles mucho más generosos con los demás, más comprensivos, y tanto más tolerantes.

En consecuencia, o sigo creyendo en pajaritos preñados y príncipes azules, o acepto de una vez que soy la cenicienta a la que nunca invitarán al baile de palacio.


lunes, 18 de marzo de 2013

Bailemos otra vez...

Es increíble como cuando nos sentimos bien con nuestro cuerpo eso se nota, además, nos hace sentir poderosas!!!

Aunque no he perdido todo el peso que deseo, (porque no soy juiciosa con la dieta) el caso es que ya he bajado casi dos tallas y también se me nota en el perfilado del rostro. Así que el pasado sábado me metí en mis jeans ajustados, me subí a mis botas de tacón, me peiné con una coleta y me pinté los labios de rojo.

Primero estuvimos en un bar picando algo y viendo el partido del Real Madrid - Mallorca. No sé si será porque a los hombres les parece sexy una mujer que sabe de fútbol, o porque mi boca roja era muy llamativa, o por lo que sea, lo que cuenta es que sin cortarse un pelo, me invitaron en dos ocasiones a lo que estaba tomando, lo cual rechacé por respeto a mi adosado.

Cuando se acabó el partido fuimos a cenar y después, prejuicios aparte, a una discoteca latina. No iba a esta clase de discotecas hace como 8 o 9 años, pues mi primera vez no fue muy agradable que digamos, así que les había cogido manía. Pero he de confesar que esta vez me lo pasé en grande y calmé el mono de baile por lo menos hasta el verano.


Al llegar a casa le pregunté entre risas: 
-¿Te diste cuenta de los tipos de la barra que me estaban echando los tejos?
Y él muy serio me contestó:
-Sí, pero al parecer tú no te diste cuenta de cómo los espanté. 

Después me miró entre pícaro y divertido y me susurró al oído: -"Y por cierto, si sigues como vas te dejo encerrada bajo llave..."-

Luego me agarró por la coleta y casi me arrastró hasta la habitación, pero esa es otra historia...

lunes, 11 de marzo de 2013

Mis primeros pinitos

Por variar no quedó como en mi proyecto, no sé qué pasó con algunos enlaces e imágenes, pero este es el link de la página que maqueté en clase y que en comparación con otras, la verdad es que no me quedó tan mal.


Y hablando de otra cosa...
Estoy convencida que mi estado de ánimo está íntimamente ligado a mi líbido, o mejor dicho, a la satisfacción de la misma. Si estoy bien servida en ese aspecto, mi vida es color de rosa y sabor a chocolate, cuando no, pues es color m....., (curioso como cuando me siento bien no soy capaz de escribir la palabra completa) huele y sabe como tal.

En fin, que este fin de semana volvió a ser color rosa y no sé si sería por mi vena sumisa que sigue ahí latente aunque quiera negarla, o porque hace tiempo que no tenía un domingo tan bueno en esa materia, el caso es que cumplimos a rajatabla lo dicho por  Silvia C. Carpallo en su , y la sensación de volver a ser usada fue maravillosa!!!



 

miércoles, 6 de marzo de 2013

Un no sé qué...

Si esta entrada la hubiera escrito cuando la pensé, seguramente el tono sería distinto y hasta el contenido también, pero ya han pasado varios días y como mi estado de ánimo vive montado en un vagón de montaña rusa, pues nada, ya hoy es otro día y hasta se me olvidó lo que iba a escribir inicialmente.

Aprovechando mi soledad del fin de semana pasado, me revolqué en la mierda de mis recuerdos y los si tal vez..., como si no tuviera nada mejor que hacer.
En fin, que por variar le volví a dar vueltas a mi situación actual, los remordimientos que me atormentan y la añoranza.

Llegué a la conclusión que de amor nadie se muere; lo que no me quedó tan claro es si todavía la gente se muere de lo que las abuelas llamaban "pena moral", que yo la llamo tristeza a secas.

Me acordé de mi ex que cada dos por tres me cantaba "A Quien" de Pedro Vargas, y lo hacía con tal sentimiento y sinceridad, que por mucho tiempo estuve convencida que si algún día nos separábamos, él se moriría de amor o de pena moral, según se mire...

El caso es que cuando lo dejé no me cruzó por la mente ese pensamiento ni por un instante, y los años han dado cuenta de que él tampoco se murió ni de lo uno, ni de lo otro.

Y ahora que llevo un buen tiempo contraviniendo mis propios consejos y que nada me entusiasma, estoy por creer que es cierto eso de que "la tristeza del alma puede matar mucho más rápido que una bacteria", pues esta melancolía que me consume cada día, me está haciendo sentir que me muero lentamente...


Cambiando bruscamente de tema, después de escuchar al político español José Bono que resume en una frase a la amiga del Rey Juan Carlos: "Corina no es ninguna Mata-Hari, es sólo lo que todos creemos que es.", me hizo pensar que en lo que a vida perra se refiere, de un tiempo para acá la Reina Sofía me está ganando y por varios cuerpos...

sábado, 2 de marzo de 2013