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viernes, 19 de octubre de 2012

La Hipocondríaca

Cuando el médico le dijo: 
-Tengo dos noticias, una buena y otra mala.
Ella se acordó del comercial radial.
-¿Santiago qué son estas horas de llegar, pensó que no lo iba a oír? Y con los zapatos en la mano...
-Tranquilo papá. Además, te tengo dos noticias, una buena y otra mala.
-Dígame primero la buena.
-El airbag de tu coche está funcionando de maravilla!!!

Por eso cerró los ojos y respiró profundamente. 
-Dígame primero la buena.
Y el médico le respondió lo que ella ya sabía. 
-El resultado de los exámenes de laboratorio muestra que todos los valores están correctos, su estado de salud es óptimo.
-¿Y la mala?
-Que no hay cura para lo que usted padece.

Ella salió del consultorio con una sonrisa dibujada en su cara en señal de bienestar al saber que no estaba enferma, pero tan pronto llegó a su casa lloró horas y horas hasta que las lágrimas se le secaron solas.

Cuando su esposo llegó a comer y le preguntó cómo le había ido en la cita médica se limitó a contestarle con un "bien" a secas y siguió preparando el almuerzo, mientras ese fuego que siente hace años ascendiendo desde el estómago, seguía quemando en su interior...

6 comentarios:

Novicia Dalila dijo...

Parce, ya sé que es lo de siempre, pero lo más importante es SABER que estás sana.
Por otro lado, ya hablamos el otro día lo horrible que es la sensación esa de que, aunque sepas que todo está bien (valores en sangre, etc, etc), te sientes mal o muy mal... Eso jode muchísimo, porque vale, estás sana, pero tú te sientes mal, y eso... ¿Por qué? Tiene que haber algún motivo para ello... Y entonces empiezas a hacerte pajas mentales (no me miran bien, no me hacen caso, no le dan importancia a lo mío...) y todas esas vueltas que le das, sumado a que realmente tú te encuentras mal, se hace cada vez más gordo y te pones peor, porque te observas más, te tocas más...
Cuando me operaron del bartholino (soy única con mis males ¡¡no me digas, eh???¡¡¡), siendo una zona tan delicada (y húmeda), los puntos no se me curaban ni patrás... Y encima me dolía un montón la herida... Cada vez que iba al médico se lo decía, y él siempre me decía lo mismo: que la herida estaba bien y que no había nada raro... Y yo salía de allí y lloraba amargamente porque a mí me dolía mucho y me molestaba más aún... Y al final, se me curó y hasta ahora...
con lo de mi bulto lo mismo, parce. ¿Te acuerdas que te decía siempre que a mí me dolía, que cada día me dolía más? Pues fue decirme que no era maligno y se me pasó tanto dolor. En el mismo instante. Ya no me he vuelto a tocar cada 2x3 y no me ha vuelto a doler...
Procura darle menos importancia a tus molestias, no te observes en exceso para no obsesionarte y que se te olvide a ratos, pero no dejes de estar pendiente.
Un beso muy fuerte, Parce. <3

Sergio dijo...

Pues claro, es eso de que la salud solo se echa en falta cuando se pierde. Pero la verdad es que yo tampoco me pongo a saltar de alegría con los buenos resultados de mis chequeos. Seguro que más de un anciano de la sala me los cambiaría corriendo. Y y o a ellos les cambiaría lo poco que parece importarles todo y que después de todo, ellos ya no tienen que luchar por anda ni por nadie y a lo mejor eso les relaja bastante. Estoy agobiadísimo pero fresco como una lechuga. El caso es que por una cosa u otra no hay manera. A ver si usando la imaginación bloguera que nos caracteriza la cosa cambia. Tampoco estoy de acuerdo en eso de "no hay cura para lo que usted padece" que suelta el médico de la historia con tintes semiautobiográficos. Tiene que haberla porque si no a ver quién lo aguanta.

Daniel F. dijo...

Del médico y del mulo, cuanto más lejos más seguro...
Un beso...

Annie dijo...

Parce muchas gracias por tus palabras y tu apoyo. Sé que me entiendes perfectamente, por algo somos clones!!!

También por ESTAR SIEMPRE. No te imaginas todo lo agradecida que te estoy por ello, por poder contar con una amiga como vos con la que puedo compartir hasta mis síntomas hipocondríacos.

Un besazo parcerita de mi alma y feliz inicio de semana

Annie dijo...

Sergio también me resisto a creer que no haya cura para mí, pero como ya te conté (o eso creo) hasta la psiquiatra me dio de alta, así que no sé por dónde agarrar ésto...

Volemos pues, dame tu mano y lancémonos al vacío de la imaginación bloguera haber si así...

Besos cargados de energía positiva

Annie dijo...

Temujin me da mucha alegría verte asomado a mi ventana!!!

Seguiré tu consejo, creo que es lo mejor.

Disculpa que últimamente no te visite, pero mi estado de ánimo y el tiempo del que dispongo no me dan sino para leer a mi Parce y Sergio, pero sabes de sobra que eres bienvenido por aquí cada vez que quieras.

Un besazo