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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Mi primo alemán...

Hoy se conmemora el día mundial de lucha contra el Alzheimer y cuando leí la noticia que enlazo, me hizo pensar en mi vecina del bajo y también me vi a mí misma proyectada en un futuro no muy lejano.

Mi vecina es la mujer más encantadora que conozco, es una señora mayor, creo que tiene como 87 años y su marido 91, pero ella pasa todas las mañanas sola, pues él se va desde las seis para el huerto que tienen y vuelve después del medio día, así que si me la encuentro en el portal o asomada a la ventana, tenemos todo el tiempo del mundo para desatrasar cuaderno. 

Nos presentó mi marido el mismo día que llegué aquí hace dos años y la veo casi a diario, pero cada vez que nos encontramos me pregunta mi nombre, incluso hasta varias veces en la misma conversación, pero no me importa, ya me acostumbré porque sé que me reconoce cuando me ve, así que qué mas da que mi nombre no lo recuerde...
Me empieza a hablar en castellano seguramente porque en su mente tiene el recuerdo que soy colombiana, aunque no tenga claro ni quien soy, ni como me llamo, hasta que se lo digo por enésima vez. Luego le pido -Parlem en català- y lo hace, pero vuelve y juega a contarle otra vez que estoy en clases, que así practico el catalán, etc., etc., etc.

En fin, que con ella la tercera parte de las conversaciones son la repetición de la repetidera, pero me gusta hablar con ella porque se pierde en sus recuerdos y me los cuenta, me habla de sus hijas a las que me da la impresión que ya ni ve, se queja del desdén de su marido y añora esos días en los que la llevaba a cine, me habla de un tiempo en el que presumo fue muy feliz y siento que ahora simplemente mira la vida pasar aferrada a esos pocos recuerdos que poco a poco también se le van escurriendo como agua entre los dedos...

Y luego subo a casa y no encuentro las cosas donde las dejé; y se me olvida lo que iba a hacer; y me doy cuenta que dejé de escribir; y que ya no soy la que era; y siento TERROR...
Porque a mí, a veces también me pasa como a mi vecina, me quedé a ver la vida pasar...

10 comentarios:

Torcuato dijo...

Dura enfermedad, pero tu historia está llena de ternura.
Besos, Annie, hacía tiempo que no te visitaba.

Annie dijo...

Así es Tor, mucho tiempo sin asomarte a mi ventana y me llena de alegría tu regreso, pero es que yo también he estado muy perdida, ya casi no publico y para ser exacta sólo visito el blog de mi parcera.

Me alientan tus palabras y espero que ahora que vuelvo a la rutina de mis clases de catalán y en general a mi ciclo normal, vuelva a retomar mi blog y visitar y a comentar en los buenos como el tuyo.

Besos mágicos y de nuevo gracias por tu visita

Sergio dijo...

Pues esa es una de las enfermedades que más miedo me da. Y de las extendidas. Sólo me alivió hace poco leer un artículo sobre las primeras fases y aún las intermedias dónde recuperas cierta inocencia infantil. Saber mucho no es ser más feliz así que olvidar te puede dar algunos momentos de infancia. Una regresión a un estadio más feliz de la vida. Como contrapartida está el miedo de no reconocer caras ni saber quién te saluda con tanta familiaridad o no poder responderle con la misma energía.
Hoy por hoy es una de las enfermedades sobre la que más se trabaja y de las que más preocupan.
En tu relato el terror es tuyo pero veo a tu vecina bastante tranquila. Hay más infelicidad en tu miedo que en ella.
Como no sabemos lo que nos depara el futuro mejor no darle muchas vueltas. Ya ves lo que sacamos...

Novicia Dalila dijo...

Parce, a mí esta enfermedad me da un miedo terrible. Me da miedo que le pase a alguien de mi gente cercana, porque no sé si voy a tener fuerzas para hacerme cargo de ello, porque no sé si tendré paciencia... Y me da miedo que me pase a mí porque si a ratos eres consciente de lo que te está pasando, debe ser horrible.
Me ha gustado mucho lo tiernamente que nos has contado la paciencia y el cariño que muestras hacia tu vecina. Sé que ella, en sus ratos de lucidez te estará muy agradecida.
A mí a veces tb se me despistan las cosas (papeles, tickets de compra...) pero nunca lo he asociado con el Alzheimer. No me lo permito.

Un beso muy fuerte, Parce. Disfruta el finde a tope.. (¡¡¡Y aguanta hasta el final¡¡¡¡)

Annie dijo...

Tienes toda la razón Hou, ella ni cuenta se da que está enferma porque al parecer su Alzheimer está en una etapa temprana, pero a mí la posibilidad de padecerlo me angustia. Por ahora sólo siento TERROR, aún no he llegado a la fase de HORROR, (algún día cuando hablemos te cuento el chiste del paraguas por si no te lo sabes) pero conociéndome como me conozco, no demoraré mucho en llegar a ella jajajajaja

Trataré de seguir tu consejo y centrarme en mi hoy sin darle muchas vueltas a mi mañana, total no voy acordarme de nada...

Besos mágicos y feliz fin de semana

Annie dijo...

Parce ahora que lo planteas, nunca me he puesto a pensar en que alguno de mi familia padeciera esta enfermedad, y si así sucediera no me importaría, a mí lo que me mortifica es que me pase a mí.

Cuando litigaba recuerdo que me ponía blanca como un papel cuando veía en el libro de audiencias una fecha que se me había pasado, pedía el expediente rezando mentalmente y poniendo a trabajar mi cerebro a mil por hora buscando un resquicio legal para tratar de arreglar la metida de pata y oh sorpresa cuando en el expediente me encontraba toda la diligencia de la audiencia con mis preguntas, mi firma y yo sin acordarme de nada, como si ese día no hubiera existido para mí. Antes lo atribuía al exceso de trabajo, al estrés, a mil cosas asociadas a la oficina.
¿Pero ahora? Ahora la excusa es que estoy en otro país, que mi hijo está lejos, o cualquier gilipollez que me invente.

No sé parce, como le contesté antes a Hou, lo mejor que puedo hacer es centrarme en mi hoy, disfrutar de mi día a día sin pensar en mi mañana, total, si me da el Alzheimer como estoy casi segura que así será, no me acordaré de nada, y para ese entonces me dará igual...

Un fuerte abrazo y mi cariño por siempre

PD: Me gozaré el sábado hasta el final!!!!!!!!!!!!!!!

Dr.Mikel dijo...

En una hogar donde se da una enfermedad senil, no hay un solo paciente, esta el y los que lo cuidan.
Muy duro como se va desdibujando un caracter y la personalidad de un individuo.

Daniel F. dijo...

Para mi y hablo desde la ignorancia, me parece que hemos alargado muchas veces la vida, por encima de lo que estamos "programados" y ese es el origen de estas enfermedades... No lo se, pero me parece duro... muy duro...Un besazo, guapa

Annie dijo...

Doc tienes razón, es una enfermedad que involucra a toda la familia y lo más triste es eso, ver como se pierde poco a poco esa persona que conocimos y se convive con un anciano(a) desconocido(a).

Besos mágicos

Annie dijo...

Temu yo pensaba lo mismo que tú, mi promedio ideal de vida eran los 40 años, me parecía bobada vivir mas tiempo, pero claro, vamos corriendo el patrón de edad y queremos más...

Pero si te fijas antaño nuestros bisabuelos vivían muchos años y de hecho antes las tradiciones se pasaban oralmente de generación en generación, los viejos enseñaban a los más jóvenes. No creo que sea cuestión de vivir más años, creo que el problema radica en estilo de vida. Ahora no se ejercita la mente y mientras sigamos sentados en el sillón viendo tele basura pues así nos va...

Besos mágicos