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martes, 26 de marzo de 2013

Peaje oneroso

Pensaba escribir sobre otro tema, algo que me estuvo mortificando la semana pasada, pero como por suerte para mí todo me pasa tan rápidamente, ahora no tiene caso y simplemente al volver a pensar en eso rescato la frase de Borges: "A la vida le gustan las simetrías y los leves anacronismos".

Así que me aplico lo que tanto predico: "A un bagazo, poco caso" y sonrío al comprobar que estoy madurando...

Cambiando bruscamente te tema, ayer estuve mirando unas fotos para pasar a mi móvil y me encontré algunas mías en las que rebozaba juventud y belleza. Recordé como era y me comportaba por aquella época...
Volví a comprobar que estoy madurando en todos los sentidos. (léase la sejuela está a flor de piel)

Hoy por hoy parezco otra, me he reposado de tal manera que mi adosado puede estar 100% tranquilo en cuanto a cuernos se refiere, pues no estoy dispuesta a atentar contra el esteticismo jamás!!!
Uno de los peajes más onerosos de tener aventuras sexuales imprevistas pasados los cuarenta, es lo mucho que se resiente la estética. Porque el sexo a los cuarenta y ¡no digamos a los cincuenta! es un desafío al buen gusto de cualquiera, un atentado terrorista al esteticismo.
Por eso el sexo con desconocidos pasado el medio siglo es una temeridad, porque sin cariño de por medio se hace aún más visible la decadencia física propia y no digamos la del contrario.

Y aunque en el supuesto caso de que una infidelidad a mi adosado fuera muy beneficiosa para los dos, no creo que eso me compensara la vergüenza de que otro con el que no tuviera confianza, ni existiera amor de por medio, me viera desnuda.
¿Por qué digo que la infidelidad sería beneficiosa para ambos?
Porque la infidelidad tiene como pareja indisoluble a la culpa, y esta última posee la virtud de volver a los infieles mucho más generosos con los demás, más comprensivos, y tanto más tolerantes.

En consecuencia, o sigo creyendo en pajaritos preñados y príncipes azules, o acepto de una vez que soy la cenicienta a la que nunca invitarán al baile de palacio.


4 comentarios:

Sergio dijo...

Esta teoría tuya sobre la estética no la conocía. Pero es peligrosa. No todos los cuerpos se conservan igual después de los 40. O los 50. No a todo el mundo le gustan los cuerpos perfectos. No todo el mundo... en fin, que acabas de romper la posibilidad de sexo después de cierta edad.
Y luego lo de la infidelidad para querer más... Pues bueno. Creo que es al revés. Primero se es infiel y luego, si quieres, hay culpabilidad. No se es infiel para sentirse culpable, se es infiel para sentirse bien con uno mismo y pasarlo bien. La culpabilidad es un añadido más bien molesto de todo el asunto. Pero desde luego el infiel no ayuda al engañado, se ayuda a sí mismo. De todas formas me ha resultado simpática esa excusa de que la infidelidad ayuda al otro porque te sientes más generosa respecto a él. Digna de Houellebecq, el escritor.
Yo la sexualidad después de los 40 la siento de otro modo. El problema más que estético es de cinismo. Creo que me resulta más difícil enamorarme que follar. Y sin amor se resiente todo el conjunto. Bueno, esto lo he escrito rápido y no me ha dado tiempo de ordenarlo pero da para más reflexiones tu post misceláneo.

Annie dijo...

S y de mi foto nada??? jajajajaja

Besos y después seguimos

Sergio dijo...

Pero qué tonto, si la foto era lo principal para ti. Pues muy bonita, muy sexy la modelo, je,je pero no te des por acabada porque te guste más lo de atrás.

Annie dijo...

Lo principal no, pero me llamó la atención que sobre ella no hubieras dicho ni mú jejeje

No me doy por acabada, todavía me gusto, aunque la verdad sea dicha, no tanto como antes, pero bueno, ahí vamos y no me faltan momentos gratificantes.

En cuanto a la infidelidad y las relaciones sexuales esporádicas pues que quieras que te diga, es lo que siento ahora mismo, no tanto pensarlo, pero si sentirlo...

Creo que otro hombre no me llenaría tanto como mi adosado, de él me encanta todo, pues me conoce y sabe satisfacerme plenamente, que yo quiera siempre más y ahora no lo incluya en todas mis fantasías es otra cosa, pero es a quien tengo al alcance de mi mano y me vale de momento...

Besos energéticos y gracias por las flores