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domingo, 28 de enero de 2018

El nuevo Salem

Estoy hasta el moño del #MeToo o #YoTambién en español, pues desde hace meses no pasa un día en que no salga en el noticiero o en redes sociales una nueva denuncia sobre acoso sexual, no necesariamente reciente, ya vale también la denuncia de la viejita que quiere mostrarle al mundo que ella una vez tuvo 20 años y un corazón vagabundo por el que alguno perdió la compostura.

De todos es conocido desde tiempo inmemorial que las actrices de Hollywood para ascender en sus carreras y alcanzar el estrellato anhelado debían aceptar propuestas indecorosas por llamarlas de alguna manera, o hacer cosas que no querían. Marilyn Monroe por ejemplo, de no haber posado desnuda para un calendario en los inicios de su carrera, haber accedido a dejar de llamarse Norma Jeane Baker, cortarse su melena y cambiar el color por el rubio platino que la acompaño hasta su prematura muerte, no sabríamos hoy por hoy quién era ella. 



Y estoy segura que si estuviera viva, la habríamos visto en la pasada entrega de los Globo de Oro vestida de negro como las demás actrices relatando en las entrevistas al igual que la mayoría de sus colegas, como fue víctima del acoso sexual de su agente/productor/director, da igual el que haya sido, quien le dijera que hiciera lo que hizo para impulsar su carrera como efectivamente ocurrió.

El año pasado en noviembre estuve en Medellín para asistir a un encuentro de egresados, hace 30 años que no nos veíamos y fue una experiencia maravillosa, ya tendré oportunidad de hablar de ello en otro post.
Estando allá, mi hermano me hizo caer en la cuenta que si quería de verdad regresarme a Colombia y establecerme de nuevo, este era el momento, pero cuando ya caí, faltaban 3 o 4 días para regresarme. Como no hay peor diligencia que la que no se hace, alcancé a dejar dos o tres currículum, uno de ellos a un compañero de la Universidad, parcero, que incluso también fue mi jefe inmediato en alguna oportunidad y que hemos mantenido el contacto siempre; cuando nos despedimos le dije como el bolero: "Si tú me dices ven, lo dejo todo" y me regresé muy ilusionada y hasta confiada en que me iba a salir algún empleo.
Esta es la hora que no me han llamado y seguramente no lo harán.

Pero en diciembre, mi amigo de toda la vida, mi parcero, me manda un WhatsApp: "Negra no he podido hablar todavía con V para lo tuyo, tranquila que estoy pendiente, vos sabes que yo más que nadie quiero que estés aquí. Mientras tanto mándame una fotico de esas tetas tan buenas que tenés, haceme ese favor sí?"
Le contesté partiéndome de risa pensando que era una broma suya y así estuvimos varios días, él insistiendo en la foto y yo contestando con risas, hasta que me puse seria y le dije: "Ve, ¿es que el trabajo depende de una puta foto de mis tetas?" No me contestó.
A la semana, o no sé, a los días, me escribió otra vez para decirme que V solo estaba recibiendo hojas de vida que vinieran autorizadas expresamente por el Gobernador, por tal razón no podía ayudarme, le di las gracias y seguimos siendo igual de amigos como siempre.

Cuando he comentado esto con amigas(os) se ofenden y me dicen que es un acosador, que horrible, que es asqueroso, etc., a mí no me lo parece, simplemente aprovechó la ocasión y no le salió y si yo le hubiera mandado la foto, pues se hace una paja y seguramente eso sería otra cosa más que estrecharía nuestra amistad, yo que sé, el caso es que el punto al que quiero llegar es que no voy a condenarlo por desearme sexualmente, ni por haber tenido ese desliz cuando nuestra amistad pesa mucho más y cuando yo tuve opción de decidir.

Por eso no soporto a las del movimiento #MeToo, porque decidieron en su momento que sí, que se sometían para alcanzar el éxito y ahora que lo tienen ¿se van de caza de brujas? 

2 comentarios:

Sergio dijo...

Lo de tu historia me ha hecho reír porque tú te ríes. Supongo que si tú trabajo realmente depende de que enseñes o no enseñes las tetas, sí hay acoso. Si no, no, depende de la confianza que tengas con esa persona, eso lo sabes tú y solo tu. Pero es cierto que ese movimiento se está creciendo y están rozando el ridículo en algunos casos(no en todos). Hace poco a James Franco le llamaron acosador y luego leí la noticia pormenorizada. Sólo era que había pedido que unas actrices hicieran desnudos "gratuitos" en escenas. ¿Y quién dice que un desnudo es gratuito? ¿Ahora lo deciden las actrices? Porque el mismo James Franco enseña el culo tanto si hace falta como si no. Si le dirigen y le dicen que se saque la polla se la saca. Lógico es que él también decida que en una película sobre el porno haya desnudos. Y si no te gusta no seas actriz, puedes ser panadera que ahí no te lo pedirán.
Mi récord de indignación ante el despropósito fue un grupo de feminazis que dijo que masturbarse pensando en mujeres es violación telepática. A lo que me encantó la respuesta de un twitero ante la foto de cinco desnudas (voy a violar a esas cinco con estos cinco). En fin. Todos los movimientos son así. Empiezan como causa justa y a la que triunfan se demuestran tan intolerantes como aquello que criticaban(ver independentistas que ahora parecen más fachas que Franco). El feminismo esencial pide la justicia de que hombres y mujeres sean iguales ante la ley y ante todo. Bien. Iguales. De acuerdo. Y si alguien se siente acosada que denuncie. Lo que no puede ser es que ahora se retrotraigan al pasado que era otra época con otras reglas para rememorar batallitas y muchas lo hagan sin pruebas. Yo sin pruebas no condeno a nadie, lo siento. No me va el linchamiento porque sí. Este tema da para mucho. Besos

Annie dijo...

Hola Sergio, tanto como reírme no, porque en principio me sentó mal, la verdad sea dicha, y aunque él ha tenido ese tipo de salidas conmigo cada vez que puede, esta vez creo que no era el momento adecuado para hacerme la propuesta indecente, porque yo estaba muy ilusionada pensando en que me iba a poder ayudar con el empleo y a bote pronto sentí como si de la dichosa foto dependiera mi vinculación.
Porque lo conozco desde siempre estoy segura que si no pudo ayudarme fue porque materialmente le resultó imposible, pero nada tuvo que ver el que yo no le hubiera mandado la dichosa foto. También estoy segura porque lo conozco, que no ha pensado ni por un segundo que me faltó al respeto, o que se pasó tres pueblos conmigo, o que me acosó, nada de eso, para él, es como si ese hecho no hubiera pasado, porque tiene fijación por mis tetas desde que me conoce hace 35 años jajajajaja

En cuanto a lo que dices: "Lo que no puede ser es que ahora se retrotraigan al pasado que era otra época con otras reglas para rememorar batallitas y muchas lo hagan sin pruebas. Yo sin pruebas no condeno a nadie, lo siento." Totalmente de acuerdo contigo, no solo en lo de condenar a alguien sin pruebas como está ocurriendo, que basta con un simple señalamiento para que le destruyan su carrera, sino lo que apuntas sobre borrar de un plumazo las reglas que existían en otra época, que tal el exabrupto de iniciativa lanzada por la empresaria Mia Merrill, pidiendo la retirada del cuadro de Thérèse soñando, una pintura realizada en 1938 por el artista francés Balthustal porque la consideró inapropiada ya que la obra retrata a una joven en una "pose sexualmente sugerente", menos mal el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (más conocido como Met) se negó a hacerlo.

Así que como dices, este tema da para mucho y creo que se nos está yendo de las manos...

BEP