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lunes, 27 de septiembre de 2010

Si la ayuda que das incapacita, entonces no es ayuda.

Cuando nos metemos a jugar de terapeutas, sin tener una preparación profesional adecuada, hacemos más daño que bien. Y es que algunas personas pretendiento hacer “bonito”, ayudando a su mejor amigo, por supuesto desde la buena fe, terminan haciendo “feo” y más daño por no conocer las técnicas de la psicoterapia.

Dice Gary Yontef, terapeuta gestáltico, autor del libro Proceso y diálogo en psicoterapia gestáltica, que cuando un terapeuta “guía” o “sana” a un paciente, está de hecho empujándolo o presionándolo a ser diferente de lo qué es. Y mientras más se presione al paciente hacia un determinado objetivo terapéutico, más permanecerá igual. Pues agrega Yontef, empujar o dirigir lleva a resistir tal empuje, pues no está aceptando la naturaleza de su propia persona.
De este modo, el paciente ya no tiene sólo la resistencia original a su propio funcionamiento, sino que adquiere también una resistencia a la intrusión del terapeuta. Esta última resistencia generalmente es sana, aunque también impide trabajar la dificultad original que necesitaba terapia, concluye el doctor Yontef.

Existe otra razón por la cual la presión del terapeuta no conduce a un cambio o movimiento real ya que una de las formas de no tomar contacto con la intrusión del terapeuta es utilizando el mecansimo de la introyección. Externamente, el pacienre puede adecuarse o rebelarse, pero en ambos casos es probable que se trague todo lo que el terapeuta propone, además porque piensa: “Si yo fuera una persona competente, haría lo que el terapeuta está sugiriendo”.
Entonces si la persona cambia de acuerdo con las presiones del terapeuta, no será con base en la autonomía y el auto-apoyo. Y esa persona no habrá adquirido las herramientas de auto-apoyo y autonomía necesarias para el sano equilibrio y desarrollo de su personalidad.
Pero más que nada, esta presión, guía o dirección del terapeuta tambien entrega un mensaje al paciente: “no basta con lo que eres”. Este mensaje provoca vergüenza y/o culpa. En resumen, el terapeuta que presiona, no ayuda al paciente a lograr su auto-apoyo.
Yo creo que presionar a los pacientes generalmente satisface las necesidades narcisitas del terapeuta, no las del paciente. Y además creo que como dice la sabiduría popular “quien se mete de redentor termina crucificado”.

En cierta ocasión escuche esta frase en torno a los consejos: “No es bueno dar consejos, pues los necios no los siguen y los sabios no los necesitan”. Y esta otra: nunca enseñes a cantar a los cerdos, por dos razones: primero: pierdes tu tiempo y segundo irritas a los cerdos.
También está el reverso de la paradoja: “mientras más queremos permanecer igual, más cambiamos”. Entonces dejemos que cada quien, por sí mismo, con sus propios elementos y herramientas, encuentre respuestas… pues si la ayuda que das, incapacita… entonces no es ayuda, pues nos hace más dependientes de los buenos oficios de los demás para con nosotros.

7 comentarios:

Sergio dijo...

Me encanta la cita de los cerdos. Además la firmaría.
La entrada también. Creo que es buena para un terapeuta pero también para nosotros cuando pensamos en ayudar. Por eso siempre me he resistido a dar consejos o a imponer mucho lo que pienso. Me gusta más sugerir de manera tranquila. Es cierto que casi todo el mundo se resiste a las imposiciones. Por suerte. Besos.

Torcuato dijo...

Interesante.
¿Conoces las constelaciones familiares?
Un beso Annie.

D.F. dijo...

“No es bueno dar consejos, pues los necios no los siguen y los sabios no los necesitan”
Me lo apunto, mi querida y nunca bien ponderada Annie....

Annie dijo...

Hou si bien esta entrada parece hecha para terapeutas como dices, la traje a colación por dos motivos:
1- Dejé de lado una amiga precisamente por su empeño en que yo hiciera lo que a ella le parecía que debía hacer y llegó el momento en que no aguanté más la presión que ejercía a diario sobre mí, ni tampoco su necesidad de satisfacer su narcisismo, siempre mostrándose como la chica perfecta y yo la inútil.
2- Porque algunas de las personas que me consultan pretenden que les de un consejo, cuando lo único que yo puedo hacer es leerles el tarot y según lo que las cartas les marcan, ellas mismas elijan lo que deben hacer, su camino a seguir.

Soy como tú, me gusta escuchar y trato de no imponer mi criterio a los demás.

Besos brujos

Annie dijo...

Tor tengo entendido que las constelaciones familiares es un tipo de terapia sistemática familiar desarrollado por Bert Hellinger. Él sostiene que el 70% de los problemas psicológicos que nos afectan a todos vienen de nuestra historia y relación familiar.

Soy abogada de profesión y algunas notas sobre psicología forense recibí en la Universidad, pero realmente no domino el tema, esta entrada lo único que pretende es hacer ver que a veces nos pasa en que por tratar de ayudar terminamos haciendo un mal.

Besos brujos

Annie dijo...

Temu ¿eso fue un halago???? jajajaja

Un besín

D.F. dijo...

Desde luego...