Ya he dicho varias veces que estoy de un vago exagerado, así que mientras me recompongo y me dan ganas de derramarme en prosa, les dejo este par de extractos que tomé de la novela de Javier Marías "Los Enamoramientos" para que reflexionemos sobre el tema y si se animan me dejen su punto de vista al respecto en los comentarios.
Los Enamoramientos – Javier Marías
“Vamos aprendiendo que lo que nos pareció gravísimo llegará un día en
que nos resulte neutro, sólo un hecho, sólo un dato. Que la persona sin la que
no podíamos estar y por la que no dormíamos, sin la que no concebíamos nuestra
existencia, de cuyas palabras y de cuya presencia dependíamos día tras día,
llegará un momento en que ni siquiera nos ocupará un pensamiento, y cuando nos
lo ocupe, de tarde en tarde, será para un encogimiento de hombros, y a lo más
que alcanzará ese pensamiento será a preguntarse un segundo: “¿Qué se habrá
hecho de ella? ”, sin preocupación
ninguna, sin curiosidad siquiera. ¿Qué nos importa hoy la suerte de nuestra
primera novia, cuya llamada o el encuentro con ella esperábamos anhelantemente? ¿Qué nos importa, incluso, la suerte de la
penúltima, si hace ya un año que no la vemos?
¿Qué nos importan los amigos del colegio, y los de la Universidad , y los
siguientes, pese a que giraran en torno a ellos larguísimos tramos de nuestra
existencia que parecían no ir a terminarse nunca?
¿Qué nos importan los que se desgajan, los que se van, los que nos dan la
espalda y se apartan, los que dejamos caer y convertimos en invisibles, en
meros nombres que sólo recordamos cuando por azar vuelven a alcanzar nuestros oídos,
los que se mueren y así nos desertan?
No sé, mi madre murió hace veinticinco años, y aunque me siento obligado a que
me dé tristeza pensarlo, y hasta me la acabe dando cada vez que lo hago, soy
incapaz de recuperar la que sentí entonces, no digamos de llorar como me tocó
hacerlo entonces. Ahora es sólo un hecho: mi madre murió hace veinticinco años,
y yo soy sin madre desde aquel momento. Es parte de mí, simplemente, es un dato
que me configura, entre otros muchos: soy sin madre desde joven, eso es todo o
casi todo, lo mismo que soy soltero o que otros son huérfanos desde la
infancia, o son hijos únicos, o el pequeño de siete hermanos, o descienden de
un militar, o de un médico o de un delincuente, que más da, a la larga todos
son datos y nada tiene demasiada importancia, cada cosa que nos sucede o que
nos precede cabe en un par de líneas de un relato.”
“Cuando alguien está enamorado, o más precisamente cuando lo está una
mujer y además es al principio y el enamoramiento todavía posee el atractivo de
la revelación, por lo general somos capaces de interesarnos por cualquier
asunto que interese o del que nos hable el que amamos. No solamente de fingirlo
para agradarle o para conquistarlo o para asentar nuestra frágil plaza, que
también, sino de prestar verdadera atención y dejarnos contagiar de veras por
lo que quiera que él sienta y transmita, entusiasmo, aversión, simpatía, temor,
preocupación o hasta obsesión. No digamos de acompañarlo en sus reflexiones
improvisadas, que son las que más atan y arrastran porque asistimos a su
nacimiento y las empujamos, y las vemos desperezarse y vacilar y tropezar. De
pronto nos apasionan cosas a las que jamás habíamos dedicado un pensamiento, cogemos
insospechadas manías, nos fijamos en detalles que nos habían pasado
inadvertidos y que nuestra percepción habría seguido omitiendo hasta el final
de nuestros días, centramos nuestras energías en cuestiones que no nos afectan
más que vicariamente o por hechizo o contaminación, como si decidiéramos vivir
en una pantalla o en un escenario o en el interior de una novela, en un mundo
ajeno de ficción que nos absorbe y entretiene más que el nuestro real, el cual
dejamos temporalmente en suspenso o en un segundo lugar, de paso descansamos de él (nada tan tentador
como entregarse a otro, aunque sólo sea con la imaginación, y hacer nuestros
sus problemas y sumergirnos en su existencia, que al no ser la nuestra ya es
más leve por eso). Tal vez sea excesivo expresarlo así, pero nos ponemos
inicialmente al servicio de quien nos ha dado por querer, o por lo menos a su
disposición, y la mayoría lo hacemos sin malicia, esto es, ignorando que
llegará un día, si nos afianzamos y nos sentimos firmes, en que él nos mirará
desilusionado y perplejo al comprobar que en realidad nos trae sin cuidado lo
que antaño nos sucitaba emoción, que nos aburre lo que nos cuenta sin que él
haya variado de temas ni éstos hayan perdido interés. Será sólo que hemos
dejado de esforzarnos en nuestro entusiasta querer inaugural, no que
fingiéramos y fuéramos falsas desde el primer instante. Con Leopoldo nunca hubo
un ápice de ese esfuerzo, porque tampoco lo hubo de ese voluntarioso e ingenuo
e incondicional querer; sí en cambio con Diaz-Varela, con quien me volqué
intimamente –es decir, con prudencia y sin agobiarlo, ni casi hacérselo notar-
pese a saber de antemano que él no podría corresponderme, que él estaba a su
vez al servicio de Luisa y que además llevaba por fuerza mucho tiempo esperando
su oportunidad.”
8 comentarios:
Sí querida Annie, los enamoramientos son como un brebaje alucinógeno, cuando se te pasa, nunca tienes muy claro si te apetece repetir. El amor debe de ser más tranquilo, más real, más auténtico y sereno, algo que no se pasa así como así porque no es sustancia es materia que forma parte de nosotros hasta el polvo, hasta convertinos en polvo :D
Besos.
Por cierto, la portada de este libro me parece fantástica, preciosísima, irresistible :D
Me lo compré en invierno y me gustaba tenerlo encima de la mesita de noche aunque lo terminé pronto estuvo allí unas cuantas semanas porque esa imagen es lo más bonito que me transmite un enamoramiento, la ilusión, la ilusión que sientes por todo lo que te rodea. La sonrisa de la chica en ese retrovisor rumbo a la aventura es el cánon del enamoriamiento.
Enamora-miento :DDD
Así, tal cual lo describe, es el enamoramiento en el que todos caemos alguna vez en nuestra vida. Es loco, es sinsentido, es pasional... y es efímero.
Por suerte, como dice Marías, termina siendo un recuerdo puntual que no querríamos revivir. Al menos con la misma persona. Es posible que se repita el sentimiento, pero nunca se repite el objeto de nuestra locura.
Un beso enorme de grande, parcerita.
Gemma totalmente de acuerdo contigo, los enamoramientos son como una drogadicción de la que por suerte tarde o temprano nos rehabilitamos. El Amor en cambio es como el medicamento para la presión arterial o la diabetes, que lo debemos tomar hasta la muerte y es lo que nos hace sentir bien y vivir tranquilamente.
Y respecto a la foto de la portada del libro, también coincido contigo, la cara de ella es el no va más del enamoramiento.
Enamora-miento jajajajaja buenísimo!!!!
Besos mágicos
Parce por fortuna el objeto de nuestra locura bien llamada "enamoramiento" con el tiempo pasa a ser un hecho puntual, un recuerdo que no hace daño, y a veces, ni siquiera un recuerdo, se diluye de tal manera que se vuelve una NADA absoluta.
Disfrutemos ahora del AMOR, nosotras que somos tan de buenas que nos podemos dar el lujo de tenerlo y disfrutarlo cada día.
Un fuerte abrazo parcerita de mi alma y mi cariño por siempre
Pues qué voy a pensar de lo que dice Javier Marías del que tengo ya muchos debates por internet a mis espaldas y en varios blogs y sobre este libro: que es cierto. Que todo pasa y que el enamoramiento es fugaz. La explicación científica es que la naturaleza no nos permite el enorme gasto energético que supone la pasión: se folla por encima de nuestrs posibilidades, se está despierto más tiempo de lo normal, se piensa sólo para otro y hasta en contra nuestra, no se está para nada y para nadie... Yo además añadiría que los enamorados son un muy pelmazos para los que no lo están y no hablan más que de lo mismo así que aguantarlos toda la vida sería imposible. Luego llega la peor parte para uno, el desamor. Hay un título de un libro que me gustó "TE-DE-JO es JO-DE-TE al revés".
Pero bueno, que me gusta pensar en eso que dice Javier Marías con lo de relativizarlo todo. Hoy algo nos importa mucho. De aquí a un tiempo no sólo no importará, es que nos olvidaremos de ese algo o ese alguien.
Sergio se folla cuando se pueda y dónde se pueda... Si yo te contara las maromas que he hecho jajajajaja
Tienes razón sobre todo en lo que dices respecto a que los enamorados son "muy pelmazos para los que no lo están y no hablan más que de lo mismo así que aguantarlos toda la vida sería imposible", de hecho me hiciste acordar de una anécdota que aprovechando el tirón la cuento en mi próximo post.
Besos mágicos cargados de energía positiva
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