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martes, 24 de abril de 2012

Soltó sus alas...

Sucedió poco a poco, casi imperceptiblemente; por eso no se dio cuenta al principio y de hecho le tomó mucho tiempo percatarse de su estado actual.

Sólo hasta que leyó aquellas líneas azules comprobó que ella antes era así, pero ya no.
Antes miraba a través del cristal de la ventana y viajaba, se imaginaba visitando lugares distantes y maravillosos, con él por supuesto, ahora sólo ve las manchas y piensa si lo limpiará hoy o mañana.

Recordó sin emoción cuando las mariposas revoloteaban en su estómago esperando algunas líneas suyas, ahora le da igual si él destina aunque sea un segundo para pensar en ella.
Antes compartía alborozada su día a día con él, ahora se conforma con acomodarse bajo su brazo en silencio, le basta con saber que está junto a ella.

Ella soñaba, volaba con su imaginación, ahora ya puso el polo a tierra...

7 comentarios:

Sergio dijo...

Pues el cuento de antes con la rosa azul ya es dejar volar la imaginación mucho y bien. Pero aquí se desprende una tristeza que no sabes si tiene el lado positivo de que ya no te importa y es bueno o si echas de menos la de antes. Nada es malo o bueno salvo si a ti te lo parece así que esto se queda en tierra de nadie. Aocmodarse bajo un brazo o ser tu el brazo está bien si no se echa de menos algo. Si no... Me gusta ese enlace que pones. Qué blog tan simpático, ja,ja

Daltvila dijo...

Annie:

Es hermoso tener un brazo en el que acomodarse, pero no debes perder tus alas nunca. Me costó entenderlo, me costó mucho, pero es así.
Solo siendo una bella mariposa, libre, podrás dejar abandonada tu cabeza en su hombro.
En cuanto al cristal, educa de nuevo a tus ojos para que enfoquen más allá.

Un abrazo fuerte :)

Daltvila dijo...

Olvidé decirte que me encanta tu nueva cabecera del blog :)

Novicia Dalila dijo...

Parce, no me lo creo. Donde hubo siempre habrá. Las circunstancias nos condicionan, al menos a mí me pasa mucho eso, ya lo sabes. Si mi entorno funciona, yo vuelo, pero si algo va mal, si alguien cercano tiene algún problema, si estoy agobiada por algo... yo no es que ponga el polo a tierra, es que me entierro hasta la cabeza...
Volar sí, siempre. Pero cuando se pueda hacer sin lastre. No???


Un beso enorrrrrrrrrrrrrrrrrme, parcerita mía.

Annie dijo...

Sergio lo bueno de la ficción es que sólo el personaje sabe a ciencia cierta lo que siente, así que nos quedaremos sin saber si a ella no le importa, o echa de menos a la que era antes...

El blog enlazado además de simpático, es de los que más me gusta leer, lástima que el bloguero como le cambió la suerte para bien, se nos volvió vago para escribir jajajajajaja

Besos mágicos cargados de energía positiva

Annie dijo...

Daltvila es curioso, iba a llamar este post la mariposa sin alas...

Tienes mucha razón, ahí está el quid del asunto, en poder acurrucarse bajo su brazo pero sin perder su esencia.
En cuanto a educar sus ojos nuevamente para que miren más allá, es difícil, cuesta mucho, como cuando las personas se accidentan y tienen que hacer terapia para volver a caminar o hablar, pero se puede intentar...

La nueva cabecera es una pasada, a mí también me encantó tan pronto la vi. Se confirma, somos muuuuuy parecidas jejejeje

Un besito mágico preciosa y gracias por asomarte a mi ventana

Annie dijo...

Lo sé Parce, recuerda que somos clones!!!!!

Pero a veces no identificamos el lastre que nos amarra, lo que no nos permite volar y es cuando creo que llega el momento de que pongamos el polo a tierra definitivamente.

Un fuerte abrazo parcerita de mi alma y mi cariño por siempre