Las relaciones de pareja han cambiado ¿Existen parejas felices?

Las relaciones entre las personas están pasando por profundas transformaciones. Hoy nadie debe responsabilizarse por la felicidad del otro, eso era una idea del romanticismo pasado donde se partía de que éramos un pedazo y debíamos encontrar la otra mitad para estar completos, lo que nos podía llevar a una despersonalización.

Antes se buscaba el complemento, el otro tenía lo que me faltaba; hoy lo que se busca es asociarse con un compañero de viaje. Antes se buscaba la pareja por necesidades o por conveniencia, hoy por la alegría y el placer de estar con alguien sin depender de ella para sobrevivir.

Hoy las personas necesitan mas tiempo que antes para estar consigo mismas. El hombre ha venido modificando el mundo y por ende tiene que adaptarse a él para sobrevivir. Cada vez somos mas independientes sin ser egoístas porque el egoísta es el que no tiene energía propia, sino que su alimento es la energía de los demás.

Todas las personas deberían estar solas en algún momento para descubrir todo su talento y fuerza individual, al estar solo se descubre que la alegría y la paz se encuentra en uno mismo y no en los demás.

El amor de hoy es cuando dos partes completas se juntan y no dos mitades, como se usaba antes.

Las relaciones sanas son las que funcionan como cuando se está solo, es decir, cuando nadie te incomoda o te exige nada.

La sumisión, la dominación y las concesiones exageradas son parte del pasado. Cada cerebro es único, todos pensamos distinto y a nadie se puede cambiar. Es mas importante antes que ser perdonado, perdonarse a sí mismo.

Creo en la posibilidad de vivir felizmente en pareja y siento que no es un juego de palabras motivadoras a la manera de los libros de crecimiento personal, que ese amor en pareja se cultiva en cada momento y que además de las condiciones básicas de respeto, responsabilidad y amor, es muy importante descubrir el papel sanador del perdón.

Podríamos afirmar que la sanación de recuerdos actúa como la materia prima para recibir los regalos del perdón en pareja. No al azar se dice que: “Examinar, observar y comprender es perdonar”; entonces la idea es olvidar el agravio… pero nos encontramos con el muro que opone el ego para evitar de esta manera ser lastimado nuevamente.

Eso significa que ¿parte del crecimiento como personas consiste en desarrollar la capacidad de olvidar el daño que nos han causado? Ya que precisamente, no olvidar, es el mecanismo de defensa que aparece de manera inmediata.

Algunos tratadistas del perdón sostienen que perdonar es recordar de manera selectiva y que incluso se puede elegir recordar sin dolor. Pero perdonar, más que un tema de recuerdo, es concederle al otro la oportunidad de la equivocación; debido a que perdonar es reconocer que mi pareja, de alguna manera, creía actuar desde su derecho.

Traer a la memoria ofensas pasadas es más una necesidad de auto-castigo y sospecho que el recuerdo se sana, cuando descubro que pude haber sido yo misma, la causante de la ofensa.